Crítica: Coraline

Coraline: 8 (* * * *)

Me hace gracia que el señor Tim Burton no ha tenido nada en absoluto que ver en esta película (por lo menos en lo referido a historia, guión, dirección, producción, personajes... que indirectamente, sí que se ve influenciado), y sin embargo, el hecho de publicitarla como "del director de Pesadilla antes de Navidad" (obra maestra, no me cansaré de decirlo), para la gente no entendida, es como si fuese el director de esta también.

Gente del mundo: Tim Burton no dirigió Pesadilla. Ni tan siquiera escribió el guión. Ni compuso la música. Lo único que hizo fue dar su brillante historia a Henry Selick, Caroline Thompson y Danny Elfman para que ya ellos, creasen la maravilla. Pero claro, sin esos monumentales cimientos, nunca habrían llegado a nada (Burton produjo, eso sí, y siguió MUY de cerca la evolución de la película).

Henry Selick ya nos demostró que sin la ayuda de Burton también podía hacer otro film muy decente (hablamos de la también Stop-motion James y el melocotón gigante). Pero las influencias burtonianas no se dejaban de lado. Sin embargo, no superó al maestro, quien en 2005, con La Novia Cadáver demostró que podía hacer una gran película de stop-motion él solo.

Coraline no llega a la altura de Pesadilla, pero roza el nivel de la novia. Y eso ya es decir mucho.

La imaginación corre a cargo del gran Neil Gaiman, a quien ya conocimos gracias a la adaptación de otro de sus libros, la entretenidísima Stardust. Y menudo mundo de imaginación.

Me sigo quejando de no tener un cine en 3D en mi ciudad (no pararé hasta tenerlo, así que prepraraos). Pues disfrutar de algunas de estas escenas en tres dimensiones, debe ser un espectáculo impresionante. El circo de ratones, la actuación de las dos viejas regenerándose, el vórtice-tela de araña...

Con el gato, las referencias de Alicia en el país de las Maravillas están servidas. Encuentro una gran similitud.

La calidad animada es para levantarse en mitad de la sesión y ponerse a aplaudir. Y la música es impresionante, a todo esto, del compositor de las canciones de Los Chicos del Coro.

Sin embargo, algo no me acaba de casar. Hay algo que no encaja. Algo le falla a esta película y no le da un nivel de plenitud satisfactorio. Quizás es un final muy rápidamente resuelto y después muy lastradamente alargado. Ese final no me convenció en absoluto.

Da la sensación de que después de haber creado las cautivadoras escenas, la plenitud y riqueza de todos y cada uno de los personajes, es decir, lo que es todo el desarrollo de la película, no les quedasen ganas o ideas para hacer un final digno de tan maravilloso y deslumbrante espectáculo. Tanto es así, que nos encadenan dos finales seguidos, a cada cual más insatisfactorio.

Sin embargo, el resto del metraje vale su peso en oro. Hay diálogos inteligentísimos (ojo cuando habla el gato...). Y el argumento es suficientemente interesante como para no poder distraerse ni aunque se enciendan las luces de la sala. Pero ha faltado el broche. Quizás un segundo visionado arregle las cosas.

Os mantendré informados.

viernes, 24 de julio de 2009