Crítica: Frost/Nixon (* * *)

Frost/Nixon: 7 (* * *)
La vida suele tener sorpresas agradables.

Tras mi terrible alegría por el hecho de que Milk me hubiese gustado tanto, me alegro ahora de que esta Frost/Nixon no se ha hecho tan horrible como pensaba.

Eso sí, la primera hora (hasta que empieza la primera entrevista) es totalmente... como decirlo... Insípida.

Sí, insípida es el adjetivo perfecto. Ni una sola emoción, ni un solo sentimiento... Nada de nada. Vamos, que he llegado a hacerme preguntas tipo: ¿Pero qué se me ha perdido para tener que ver esta película?

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Pues menos mal, que esta película remonta. Pero remonta por dos cosas:

1. Frank Langella está asombroso. Visto en versión original (costumbre que vengo aplicando con My blueberry Nights, The Wrestler, Milk, Revolutionary Road y Doubt) es totalmente asombroso. Da unos matices a su personaje... Unos gestos... ¡todo! Está excelente.

Y en él recaen las mejores escenas de la película, luciéndose totalmente. Su interpretación en la escena de la llamada telefónica es magistral.

2. La música de Hans Zimmer, que es utilizada muy hábilmente en los momentos de mayor dramatismo, para causar más impacto. Y que nadie se vaya sin escuchar la magnífica pieza de los títulos de crédito.

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Por supuesto, Langella y Zimmer muestran su talento pasada la primera hora de visionado.

Después, Michael Sheen también está muy bien, aunque opacado en abundancia.

Y luego, el guión de Peter Morgan está bastante bien. Aunque ciertamente, todo sigue ese camino de lo previsible. El camino "Como Dios Manda". Presentación (la aburrida primera hora), tiempo de desarrollo y mayor énfasis drámatico, con el héroes sometido por el villano, y por último, desenlace, con la tortilla cambiada de lado.

Normal que los académicos más conservadores seleccionasen esta película. Aunque personalmente, no entiendo como hay gente que puede preferir esta película antes que muchas otras, y ponerla en primer puesto de sus preferencias. En fin, para gustos los colores...

Pero a mí, lo que es apasionar, ni un ratito.

Pero bueno, la película acaba siendo un muy digno retrato de un hombre torturado interiormente, con una buena historia que contar, dañada por un director que no sabe hacer momentos "impactantes". Pero un espéctaculo convincente, inteligente y muy interesante.

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Lo Mejor: Langella

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Lo Peor: su insípida primera hora

domingo, 15 de febrero de 2009