Las Películas que murieron de Fama (V)

The Aviator

Martin Scorsese, 2004

Guión: John Logan

Música: Howard Shore

Fotografía: Robert Richardson

Reparto: Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Kate Beckinsale, Alan Alda, Alec Baldwin, Jude Law, Willem Dafoe, John C. Reilly, Gwen Stefani, Ian Holm, Rufus Waingright, Brent Spiner, Danny Huston, Frances Conroy

Estreno en EEUU: 25 diciembre 2004

Estreno en España: 14 enero 2005

Causa de la Muerte:

Inflamación de Espectativa

Esta es una enfermedad que se presenta normalmente en una película al año, pero cuyos efectos son devastadores. Suele venir relacionada con el "fanatismo agudo" (causa de la muerte de "La Amenaza fantasma") y el "Olvido post-mortum" (ya tratado con El Orfanato). Aunque es una enfermedad totalmente contradictoria al Cáncer de Oscar (hablado con Una Mente Maravillosa y Shakespeare in Love).

El Aviador surgió (y con notables razones), como la indiscutible favorita para los Oscar que se iban a celebrar en 2005. Motivos le sobraban: un reparto espectacular, rellenísimo de buenos actores, que como era de esperar, recibieron su merecido. Cate Blanchett demostró que era la nueva Katharine Hepburn, tanto en la ficción como en la realidad. Leonardo DiCaprio hizo el papel de su vida, con un Oscar en mi opinión, que debía haber sido para él. Alan Alda, está soberbio como secundario. Y en general, el reparto es muy rico. Vamos, que si hay que hacer un top 10 de los mejores repartos de la década, la película entraría seguro. Y por supuesto, Martin Scorsese. Con él sobran las palabras.

El asunto es que todo le fue de maravilla. Un triunfo por crítica y público, y llegando a la cumbre del Globo de Oro.

Pero ¡ay! Que esa misma noche, en la que Scorsese recogió su premio a película dramática (premio que debería haber recaído en la obra maestra llamada "Eternal Sunshine of the Spotless Mind, que como broma pesada la habían colocado en la categoría de comedia, la mejor película que hubo ese año), Clint Eastwood le arrebataba el premio a mejor director por la gran Million Dollar Baby.

Sonaban las alarmas para Martin: ¡Eastwood te ha quitado el globo de oro! ¡Cuidado que te quedas (de nuevo) sin el Oscar!

Y encima, Eastwood le ganaba por una película que había llegado la última a la competición. ¡Ay! Los últimos serían los primeros... Que gran frase.

Y por parte de Scorsese, los primeros serían los últimos. Y así ocurrió.

El desastre vino salvado por unos cuantos premios técnicos (montaje, dirección artística, vestuario, fotografía, y el premio a la grandísima Cate Blanchett. Pero Eastwood se impuso a Scorsese en nada más y nada menos que tres categorías.

Morgan Freeman ganó la (cantadísima) batalla a Alan Alda. Pero es que, luego, le ganó en director. Y como desde la noche de los globos de oro hasta la de los Oscar, la película de Eastwood se había vuelto en un fenómeno, dio una victoria aplastante en mejor película.

Claro, que todo esto desencadenaría dos años después una injusta victoria para The Departed, en una noche que pasará a la historia como "La noche que la industria del cine hizo un homenaje a Scorsese". A todo esto, The Departed es una película que bien a gusto podríamos analizar aquí. Pero es para otro domingo.

Fase de Convalecencia:

Sin embargo, el hecho de que no ganase el Oscar no fue lo que la mató. Más bien, si hubiese ganado el Oscar, actualmente la película sería odiada por muchos, por haber ganado en el año de Million Dollar Baby, Eternal Sunshien of the..., Finding Neverland, Sideways, Mar Adentro o The Village.

Porque, seamos sinceros, The Aviator no es nada del otro mundo. Es una buena película, sí, pero demasiado cimentada en su reparto y en la loca y rara,rara,rara vida de Howard Hughes. La película, en vez de mostrarle como una creador incansable, se dedica a enseñar su obsesión por la limpieza.

Y encima, es un tochazo de unas casi tres horas de duración, para que todos acabemos bien hartos del Hughes, de sus innumerables juicios, de sus cientos de amoríos, de sus historietas con sus avioncitos... (eso sí, de Cate Blanchett nunca acabaremos hartos).

¿Y que pasa con una película que no tiene nada más allá de eso? Pues una caída en picado, por supuesto.

Subió, subió, subió... llegaron los Globos de Oro, alcanzó su cumbre... y bajó, bajó, bajó...

Demasiado predilecta por todos, quizás. Demasiadas expectativas también. Se esperaba demasiado de una película más bien coja. Que se queda a medias. Es una buena muestra de como hacer cine, por supuesto, viniendo de Scorsese se presupone. Pero la faltó algo. Y justamente la falto el "algo" que diferencia a las películas que se mueren tras sus minutos de fama, de las películas que logran perdurar en el tiempo.

Y así es, El Aviador es un Haley Joel Osment de la vida. Una Shirley McLane. Una Dakota Fanning del mundo. Tuvo su momento de gloria. Corto, pero profundo.

Como siempre se dice, el tiempo pone a todo en su lugar. Y tras que el público y la crítica se desengañaran, supieron que El Aviador no era una película que había que encumbrar como a un Dios.

No es más que un simple mortal: vive, para luego acabar muriendo siendo recordado solo por sus familiares y amigos.

domingo, 14 de junio de 2009